viernes, 28 de abril de 2017

universidades

Este artículo irá sobre las universidades españolas.

La Universidad es una de las instituciones con más antigüedad y sin duda es la única que durante siglos ha perdurado a lo largo de la historia. Es en los principios de la Edad Media cuando el saber y la educación se encontraban relegados a las escuelas existentes en los monasterios y catedrales (Bolonia, París, Salerno, San Millán, Córdoba, etc.). Algunas de estas escuelas alcanzan el grado de Studium Generale, porque recibían alumnos de fuera de sus diócesis y concedían títulos que tenían validez fuera de ellas; contaban con estatutos y privilegios otorgados, primero por el poder civil y posteriormente ampliados por el papado. De aquí surgieron las universidades.
El término universitas aludía a cualquier comunidad organizada con cualquier fin. Pero es a partir del siglo XII cuando los profesores empiezan a agruparse en defensa de la disciplina escolar, preocupados por la calidad de la enseñanza; del mismo modo, los alumnos comienzan a crear comunidades para protegerse del profesorado. Al ir evolucionando acaban naciendo las Universidades.
Aunque en la creación de las Universidades ocurre como en el fútbol, parece estar probado que la primera universidad en nacer fue la Universidad de Bolonia, a comienzos del siglo XIII, que fue la primera en tener estudios reconocidos universalmente y estatutos propios; como anécdota es de destacar que el rector era elegido de entre los estudiantes, al igual que en la de Alcalá de Henares.
La siguiente en nacer fue la de París, bajo el nombre de Colegio de Sorbona, unión de las escuelas de Notre Dame, de San Víctor y de Santa Genoveva. Precisamente para evitar que los universitarios ingleses se desplazasen al continente para estudiar en esta última, recibiendo así la educación parisina, se crea la Universidad de Oxford (la más antigua de habla inglesa, creada en primer lugar por Enrique II pero no es hasta finales de siglo cuando se aprueban sus estatutos (precisamente en el siglo XIV por desavenencias de un grupo de profesores de la Universidad de Oxford, se crea la de Cambridge). Posteriormente se crean las de Padua, Nápoles, Toulouse, Praga, Viena, Heilderberg y Colonia.
En España la más antigua documentada es la de Palencia, que desapareció rápidamente, pero el rey leonés Alfonso IX fundó a fines de 1218 o principios de 1219 el Studium Salmantino, actual Universidad de Salamanca. Alfonso X protegió el Estudio y le otorgó su Estatuto en 1254 (en el libro de Las siete partidas se regula el funcionamiento de la institución). Obteniendo en 1255 gracias al papa Alejandro IV, la validez universal a los títulos de Salamanca (salvo en Bolonia y París) y el uso de un sello propio.
Ya en 1292 el rey Sancho IV otorga al Estudio de Valladolid las tercias de Valladolid con sus aldeas viejas y nuevas. Fue precisamente Sancho IV quien además crea, mediante Carta Real, el Estudio de Escuelas Generales de Alcalá, que daría lugar dos siglos después a la Universidad Complutense de Cisneros.
En 1346, Clemente VI, a petición de Alfonso XI, convierte en Generales los Estudios existentes en Valladolid. Sin embargo, la Universidad pinciana carece todavía de la ciencia teológica, privilegio exclusivo de París, los papas de principios del siglo XV, Benedicto XIII y Martín V consolidan el Estudio: Benedicto XIII (el Papa Luna) fija las rentas de la Universidad y dota 24 cátedras.
Al finalizar el cisma, Martín V concede a Valladolid la ansiada Facultad (1417). Paralelamente, los reyes dotaron al Estudio de rentas que le permitieron una cierta independencia económica. Lo esencial de tales rentas lo componían las tercias de los arciprestazgos de Cevico y Portillo. Y es Martín V, en 1422, quien elabora sus primeros estatutos, las Constituciones en que se basa el ordenamiento escolar.
En Valladolid, el Cardenal Mendoza funda el Colegio de Santa Cruz (1481), que igualará primero, y luego superará la gloria de otros centros salmantinos. Sus colegiales se convierten en unos estudiantes privilegiados, con una cuidada formación y mayores posibilidades de obtener buenos puestos en los tribunales o éxito en una oposición.
La Universidad Complutense recibió este nombre por haber sido fundada en Alcalá de Henares, la antigua «Complutum», por el Cardenal Cisneros, mediante Bula Pontificia concedida por el Papa Alejandro VI en 1499.
Fue el Cardenal Francisco Jiménez de Cisneros quien con renovados bríos recogió los antecedentes, aportando una nueva forma de concebir la enseñanza universitaria. La fundación de la universidad de Alcalá coincide con los albores de una nueva época en la historia de la humanidad, el final de la edad media y el surgimiento de la edad moderna con su primera gran manifestación cultural, el Renacimiento.
A finales del siglo XV y durante el XVI se estrecha la relación con la monarquía, representada por los Reyes Católicos, que dotan a la Universidad de nuevos privilegios y estatutos.
En el siglo XVI, el "Alma Mater" vallisoletana alcanza un evidente esplendor. Es declarada una de las tres Universidades Mayores del Reino, junto con Salamanca y Alcalá.
La organización del Estudio se perfecciona, aparecen los primeros estatutos en latín (1517), y posteriormente, se redactan otros más detallados en romance. Cobra interés la Facultad de Leyes, robustecida por la existencia de la Chancillería y también la de Medicina, de carácter hipocrático. Una reforma a fondo se hace imprescindible, y se realiza bajo los auspicios de Carlos III, a partir de 1770.
A finales del siglo XV se crea el Colegio Mayor, nueva institución de excepcional importancia en el futuro y destinada a la educación universitaria.
Los años que van desde 1499 a 1517, año de la muerte del Cardenal, son claves para entender la historia de la Universidad de Alcalá y calibrar acertadamente todo lo que de novedoso se introdujo en este nuevo concepto de universidad.
Los pilares sobre los que se sustenta tan magna obra son: la generosidad del fundador, la buena organización, la acertada elección de los primeros profesores, la construcción de espléndidos edificios universitarios, la protección que dispensaron papas y reyes a la universidad, lo acertado de los planes de estudios de las facultades y el continuo crecimiento en el número de colegios fundados; estos aspectos son las líneas maestras que marcan la época de esplendor.
Cisneros con la bula Inter Caetera (13 de abril de 1499) y las sucesivas bulas expedidas por los papas Alejandro VI, León X y Julio II consiguieron dar forma legal a la Universidad y dotarla de rentas; años después la reina Juana y el emperador Carlos V ratificaron con su protección la nueva fundación.
En principio se crearon sólo tres facultades, la de Artes, Cánones y la de Teología, incluyéndose en 1514 la Facultad de Medicina. El armazón legal fueron las Constituciones de 1510 en las que se describían y regulaban hasta los mínimos aspectos tanto de la vida académica como de la vida cotidiana de los estudiantes y miembros de los colegios.
Para finalizar a continuación reproduzco la precedencia de las Universidades Españolas.
NOMBRE
FECHA
Universidad de Salamanca
1218
Universidad Complutense de Madrid
1293
Universidad de Valladolid
1295
Universidad de Barcelona
1430
Universidad de Zaragoza
1474
Universidad de Santiago de Compostela
1495
Universidad de Valencia
(Estudi General)
1500
Universidad de Sevilla
1505
Universidad de Granada
1531
Universidad de Oviedo
1608
Universidad de La Laguna
1792
Universidad de Deusto
1886
Universidad Pontificia de Comillas
1892
Universidad de Murcia
1915
Universidad Pontificia de Salamanca
1940
Universidad Internacional Menéndez Pelayo
1945
Universidad de Navarra
1952
Universidad Autónoma de Barcelona
1968
Universidad Autónoma de Madrid
1968
Universidad del País Vasco
1968
Universidad Politécnica de Cataluña
1971
Universidad Politécnica de Madrid
1971
Universidad Politécnica de Valencia
1971
UNED
1972
Universidad de Málaga
1972
Universidad de Cantabria
1972
Universidad de Córdoba
1972
Universidad de Extremadura
1973
Universidad de Alcalá de Henares
1977
Universidad de Las Islas Baleares
1978
Universidad de Alicante
1979
Universidad de Cádiz
1979
Universidad de León
1979
Universidad de Castilla-La Mancha
1982
Universidad pública de Navarra
1987
Universidad Carlos III de Madrid
1989
Universidad de La Coruña
1989
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
1989
Universidad de Vigo
1989
Universidad Pompeu Fabra
1990
Universidad de Girona
1991
Universidad de Lleida
1991
Universidad Jaume I de Castellón
1991
Universidad Ramón Llull
1991
Universidad Rovira y Virgili
1991
Universidad de La Rioja
1992
Universidad de Alfonso X, El Sabio
1993
Universidad de Almería
1993
Universidad de Huelva
1993
Universidad de Jaén
1993
Universidad San Pablo CEU
1993
Universidad de Burgos
1994
Universidad Internacional de Andalucia
1994
Universidad de Antonio Nebrija
1995
Universidad Europea de Madrid (CEES)
1995
Universitat Oberta de Catalunya
1995
Universidad Miguel Hernandez
1996
Universidad Pablo de Olavide
1997
Universidad Rey Juan Carlos
1997
Universitat de Vic
1997
Universidad Internacional de Sek
1997
Mondragón Unibertsitatea
1998

Adolfo Suárez

Esta biografía trata sobre el político español Adolfo Suárez.

(Adolfo Suárez González; Cebreros, 1932 - Madrid, 2014) Político español, figura clave de la transición democrática española. Doctor en derecho, inició su carrera política como gobernador civil de Segovia (1968). En 1975 participó en la fundación de Unión Democrática del Pueblo Español (UDPE), grupo que posteriormente presidiría.

Adolfo Suárez
Tras la muerte de Francisco Franco, el rey Juan Carlos I lo nombró presidente del gobierno en sustitución de Carlos Arias Navarro; Adolfo Suárez inició entonces de inmediato un diálogo con las diferentes fuerzas políticas. En agosto de 1976 hizo efectiva una amnistía para los delitos de motivación política, perseguidos por el régimen anterior. La medida venía siendo reclamada por un amplio sector de la sociedad española. Su gobierno preparó la Ley para la Reforma Política, cuyo contenido planteaba una transición sin rupturas traumáticas con el régimen anterior.
Legalizó los partidos socialista y comunista, amén de los diferentes sindicatos existentes en la época. La legalización del PCE fue una de las pruebas más duras a las que se sometió Suárez, presionado por los poderes fácticos y algunos círculos del Ejército. Fundó Unión de Centro Democrático (UCD), partido que aglutinaba las fuerzas democristianas y socialdemócratas del país. Al frente de este grupo político ganó las elecciones de 1977.
Tras diversas negociaciones multilaterales (los pactos de la Moncloa), consiguió que se aprobara en referéndum, celebrado en 1878, una Constitución mediante la cual España pasaba a constituirse en monarquía parlamentaria. A partir de entonces, su posición se fue debilitando, hasta que en 1981 presentó su dimisión como jefe del ejecutivo. Leopoldo Calvo Sotelo le sucedió al frente del Gobierno. Un año después, abandonó la UCD y constituyó un nuevo partido, el Centro Democrático y Social (CDS), por el que fue diputado.
Casado con Amparo Illana Elórtegui, el matrimonio tuvo cinco hijos: Máriam, Adolfo, Laura, Sonsoles y Javier. Tras abandonar su actividad política, el ex presidente del gobierno se mantuvo alejado de la vida pública y dedicó la mayor parte de su tiempo al cuidado de su esposa, enferma de cáncer desde 1994, que falleció en su domicilio madrileño el 17 de mayo de 2001.

Robert Nivelle

Este articulo de francés irá sobre el militar francés Robert Nivelle.

(Robert Georges Nivelle; Tulle, 1856 - París, 1924) Militar francés. Cursó estudios en Saint-Cyr y acudió a la Escuela Politécnica. Como oficial de artillería combatió en África septentrional y contra los bóxers (movimiento insurreccional surgido en China en 1898, de carácter xenófobo y anticristiano, que enfrentó a China y las Grandes Potencias) en China en el año 1900.

Robert Nivelle
Al estallar la Primera Guerra Mundial era coronel de un regimiento de artillería y tomó parte en la invasión de Alsacia. Destacó en las batallas del Marne y Aisne de 1914. En 1916 contraatacó en Dovaumont y el 1 de mayo del mismo año sucedió a Philippe Pétain (1850-1951) en el mando del II Ejército.
La ofensiva del Somme (julio de 1914) originó el cansancio de los aliados y una sensación de fracaso. En noviembre de ese mismo año, Joseph Joffre fue sustituido por Nivelle en el mando del ejército francés. Este último dirigió con éxito los contraataques franceses en los meses de noviembre y diciembre. Dichas acciones se realizaron por sorpresa, con más artillería, y siguiendo el método de objetivos limitados, gracias a lo cual sus éxitos costaron pocas bajas. La victoria le valió el cargo de comandante en jefe del ejército francés en sustitución de Joffre.
La teoría ofensiva de Nivelle permitió que el primer ministro británico, David Lloyd George, le concediera el mando del ejército. Durante los meses de diciembre, enero y febrero, Nivelle ultimó su plan: la ofensiva debía comenzar en primavera y sería precedida por un ataque franco-británico al norte y al sur del Somme que distrajera a los alemanes y permitiera a los franceses la ruptura del frente en Champaña.
Pero las duras condiciones de vida de los soldados (numerosas bajas, intransigencia de los oficiales, penalidades en las trincheras y falta de permisos y relevos en el servicio), junto a la propaganda pacifista, alentaron el derrotismo entre las filas francesas. El ejército francés estalló en un motín en abril de 1917, tras el fracaso de las ofensivas de Chemin des Dames, en Reims (Francia). La situación se desbordó y se hizo necesaria la sustitución de Nivelle en el cargo de comandante en jefe por Philippe Petáin el 16 de mayo de 1917. En diciembre del mismo año, Nivelle fue destinado al norte de África. Se retiró de la actividad militar en 1921.

Manuel Seco

Este artículo de lengua castellana irá sobre el miembro de la RAE Manuel Seco.

(Madrid, 1928) Gramático y lexicógrafo español. Miembro de la Real Academia Española desde 1979, en 1981 fue nombrado director del Diccionario histórico de la lengua española y del Seminario de Lexicografía de dicha institución, del cual es uno de los principales colaboradores desde 1962. Es autor, entre otras obras, de Metodología de la lengua y literatura españolas en el bachillerato (1961), Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española (1961), Arniches y el habla de Madrid (1970), Gramática esencial del español (1972) y, en colaboración, del Diccionario del español actual (1999).

Manuel Seco
Manuel Seco realizó sus estudios en la Universidad Complutense de Madrid, por la que se licenció en 1955, y cinco años más tarde consiguió la cátedra de Lengua y Literatura Española con un trabajo relacionado con la docencia: Metodología de la lengua y literatura españolas en el bachillerato, obra que publicó años más tarde el Ministerio de Educación y Ciencia. Se hizo célebre en los ámbitos lingüísticos y docentes a raíz de la publicación de su Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española (1961).
Esta obra, que desde su aparición ha disfrutado de numerosas ediciones con sus correspondientes ampliaciones y rectificaciones (agrupación de consultas antes dispersas, nuevas entradas, problemas sintácticos actualizados, etc.), expone los usos incorrectos de términos y expresiones que más se prestan a la confusión o al desconocimiento y la norma que debiera aplicarse en cada caso con ejemplos literarios que ayudan al usuario a clarificar las explicaciones. Una de las mayores virtudes que adornan esta obra es la sensibilidad de sus explicaciones normativas, tan razonables como antiautoritarias. El libro demostró su utilidad tanto entre españoles (o hispanohablantes) como entre extranjeros con un alto nivel de conocimiento de la lengua, pero con necesidad de perfeccionarla, y se convirtió en una herramienta de consulta inexcusable del español moderno.
Durante la década de 1960 Manuel Seco continuó con la docencia y con sus estudios lingüísticos. En 1970 una parte de sus investigaciones fueron vertidas en el libro Arniches y el habla de Madrid (Premio Rivadeneira de la Real Academia Española de la Lengua en 1970), en el cual se adentra en el habla popular madrileña y repasa sus argots, seudocultismos, gitanismos, jergas marginales, dejes rurales, etc., y su reflejo en la obra escrita del dramaturgo.
Dos años después vio la luz Gramática esencial del español, también considerada muy pronto como obra de referencia en su género por la gran claridad expositiva de sus contenidos. Pocos lingüistas contemporáneos habían conseguido, hasta ese momento, una capacidad de síntesis semejante en el terreno de la estructura de una lengua, ni igualar su facilidad para iluminar los rincones más oscuros de la misma y su claridad didáctica, necesaria para llegar tanto al estudioso como al lector común.
También en 1970 inició, junto a Olimpia Andrés (redacción) y Gabino Ramos (documentación), el ingente trabajo de lo que veintinueve años más tarde (1999) iba a materializarse en el Diccionario del español actual. Para esta obra de 75.000 voces, 141.000 acepciones y 200.000 ejemplos de uso real se llevó a cabo una paciente y concienzuda selección de material escrito procedente de miles de libros, publicaciones de prensa, catálogos, folletos, guías e impresos de todo tipo.
En 2004 Manuel Seco publicó, también con la colaboración de O. Andrés y G. Ramos, el Diccionario fraseológico documentado del español actual. Locuciones y modismos españoles, que incluye más de 16.000 locuciones con sus respectivas variantes y atinadas indicaciones gramaticales y de uso, ilustradas con más de 30.000 ejemplos reales de la lengua escrita. En 1979 fue acogido como miembro de número de la Real Academia Española (RAE), cuyo Seminario de Lexicografía pasó a dirigir dos años después.
Entre 1981 y 1993 fue el máximo responsable de los trabajos del Diccionario histórico de la lengua española y, poco después, fue elegido asesor del Instituto de Lexicografía de la RAE. Presidente de la Asociación Española de Estudios Lexicográficos desde 2003, es socio de honor de la Asociación de Profesores de Español. La labor del ilustre lexicógrafo ha merecido, entre otros reconocimientos, el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid (1999) y la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.

Riccardo Bachi

Este artículo irá sobre el economista italiano Riccardo Bachi.

(Turín, 1875 - Roma, 1951) Economista italiano. La carrera profesional de Bachi se inició con los análisis sobre la situación económica del país, tanto contemporánea como histórica, que realizó para la administración italiana. Luego enseñó en algunas universidades, profundizó aún más en las estructuras económico-sociales italianas y publicó su obra más importante, Principios de Ciencia Económica (1937-1940).
Estudió en la Escuela Hebraica de Turín, donde recibió formación elemental y en 1894 se diplomó en contabilidad. Prosiguió sus estudios en la Escuela Superior de Comercio de Venecia, donde obtuvo un nuevo diploma de contabilidad en 1896 y otro en lengua y literatura francesas (1897). Ya había tenido una primera experiencia docente en Arcevia (Marche, 1896), cuando entró en el Instituto Técnico de Vicenza. Sin embargo, permaneció allí sólo unos meses, pues al poco volvió a Turín, donde había ganado la plaza de secretario jefe del Museo Industrial.
En 1903 conoció a Giovanni Montemartini, director de la Oficina de Trabajo del Ministerio de Agricultura, Industria y Comercio, que le nombró secretario de la comisión encargada de elaborar el reglamento ejecutivo de las leyes sobre municipalidad. El año siguiente, ya establecido en Roma, sustituyó a Montemartini en la dirección de la Oficina de Trabajo.
En esta época comenzó la publicación anual de L'Italia economica (La Italia Económica), la más importante en su género de la década de los diez, cuyo objetivo era poner a disposición de políticos y economistas los conocimientos esenciales (estructura, estadísticas) sobre la economía del país. Cada anuario se confrontaba con el del año anterior y se dividía en sectores económicos; también aparecían las medidas político-económicas tomadas y analizaba algunos elementos particulares. Hasta 1915, fecha en que fue nombrado profesor de estadística en la Universidad de Macerata (Marche), dedicó todo su empeño a perfeccionar los métodos de análisis económico.
Poco después aplicó sus conocimientos y experiencia a analizar las consecuencias de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) en la economía, sociedad y política italianas, para lo cual utilizó datos referidos a las últimas décadas del siglo XIX. Señaló así la necesidad de mejoras en el gobierno y las instituciones públicas, además de describir las grandes deficiencias de la situación anterior a la guerra, junto a algunos elementos positivos. Incidió asimismo en la necesidad de formar a la población, cuyo déficit de educación consideraba el origen de muchos de los problemas de Italia. Todo ello lo recogió en tres escritos publicados en 1918: L'economia italiana alla vigilia della guerra (La economía italiana en vísperas de la guerra), Economia di guerra (Economía de guerra) y L'economia dell'Italia in guerra (La economía de Italia en la guerra).
En 1924 comenzó a enseñar economía política en la Universidad de Parma y, desde 1926, hizo lo propio en la asignatura de hacienda pública en la Universidad de Génova. El año siguiente se trasladó al Instituto de Ciencias Económicas y Comerciales de Roma, donde ocupó la cátedra de economía política. Junto a su labor docente realizó varios trabajos oficiales, análisis monetarios y estudios de historia económica, para diversas publicaciones como Annali di statistica (Anales de estadística) o Annali di economia (Anales de economía). Entre éstos destacan Le fluttuazioni stagionali nella vita economica italiana ("Las fluctuaciones estacionales en la vida económica italiana"), de 1919; Sulla costruzione di barometri economici in Italia ("Sobre la elaboración de barómetros económicos en Italia"), de 1928; y La politica della congiuntura: prevenzione e attenuazione degli effetti delle crisi economiche ("La política de la coyuntura: prevención y atenuación de los efectos de las crisis económicas"), de 1929.
Como consultor económico de la Conferencia de Paz, Bachi estudió la situación económica italiana de los años 1920-21 por encargo de la Sociedad de Naciones y reformó el archivo y estadísticas del Ministerio de Hacienda y del Tesoro por encomienda del ministro A. de Stefani. Elaboró una relación sobre la situación monetaria de Italia para la comisión de encuesta sobre el oro y la plata del Senado estadounidense. Publicó una Memoria sulla rilevazione statistica del movimento dei forestieri: relazione alla Direzione dell'Ente italiano per le industrie turistiche ("Memoria sobre la encuesta estadística de movimiento de extranjeros: relación para la Dirección del Organismo Italiano para la Industria Turística") en Giornale degli economisti (Periódico de los economistas), de 1921.
Sus estudios sobre historia económica no sólo estaban destinados a ofrecer una mejor visión de la situación económica contemporánea, sino a hacer notar a los historiadores la importancia de los factores económicos. Él mismo participó en la obra Las Cajas de Ahorro de la provincia lombarda en la evolución económica de la región, en 1923, con un capítulo titulado "Historia de las Cajas de Ahorro de la provincia lombarda 1823-1923", donde relacionaba hechos bancarios, económicos y sociales para examinar el ahorro y el uso del dinero.
En otras obras se aproximó a las implicaciones económicas de la Reunificación italiana, como en La economía y la hacienda de las primeras guerras por la independencia de Italia, de 1930. Finalmente, publicó un nuevo estudio en 1926 sobre la economía y sociedad italianas durante la Primera Guerra Mundial: La alimentación y la política recaudatoria en Italia, que fue publicado por la Fundación Carnegie.
Poco antes de la Segunda Guerra Mundial terminó un amplio tratado sobre economía en dos volúmenes, Principi di Scienza economica (Principios de Ciencia Económica), 1937-1940, con el que Bachi pretendía facilitar a los estudiantes las líneas generales de la economía a través de continuas referencias a la realidad, para evitar así una excesiva abstracción. En esta obra Bachi presentaba una visión general de la evolución del capitalismo: los precios, el mercado, el crédito o la moneda.
En 1939, las leyes contra los judíos del régimen fascista italiano le obligaron a dejar su cátedra en el Instituto de Ciencias Económicas y marchar a Palestina, en un momento en que se encontraban en efervescencia los movimientos hebreos por obtener una tierra propia. Bachi colaboró en el proyecto con sus conocimientos, enseñó en Tel Aviv y analizó la situación económica palestina.
Se acentuó entonces su sentido religioso, al señalar la Torah como el fundamento de un futuro estado hebreo por su afirmación de la justicia. En 1946 regresó a Italia, donde retomó su antigua dedicación docente y científica. Todavía publicó una segunda edición de su tratado de economía, pero no pudo escribir el tercer volumen proyectado sobre economía política. También formuló nuevos índices de mercado y escribió algunos nuevos artículos sobre cuestiones monetarias, incluidas algunas voces de la Enciclopedia Italiana como "Bretton Woods", "Cambio", "Inflación" (Inflazione), "Mercado Negro" (Mercato Nero) y "Moneda" (Moneta).
En ese momento consideró prioritarias sus investigaciones sobre historia hebrea. Ya anteriormente había colaborado en la Rassegna mensile di Israel (Reseña mensual de Israel), revista italiana sobre la vida hebrea, con artículos sobre el pensamiento económico de algunos escritores hebreos, y en otros medios de comunicación: el periódico La Stampa de Turín, la revista israelí Zion y otras. A partir de entonces se volcó en el estudio de la historia económica y social desde los años de la dispersión (siglo I d.C.). En 1952 se publicaron póstumamente sus estudios realizados en los últimos años de vida, bajo el título de Israel disperso y reconstituido. Páginas de historia y economía. Este mismo año se publicó también Colloqui con me stesso (Coloquios conmigo mismo), colección de escritos sobre su vida, los valores humanos rectores de la misma y sobre sus experiencias religiosas.

Jesucristo

Este artículo de religión irá sobre Jesucristo.

(Jesús o Cristo; Belén, h. 6 a. C. - Jerusalén, h. 30 d. C.) Predicador judío fundador de la religión cristiana, a quien sus seguidores consideran el hijo de Dios. El nombre de Cristo significa en griego «el ungido» y viene a ser un título equivalente al de Mesías.

El Bautismo de Jesús (1655), de Murillo
La vida de Jesús está narrada en los Evangelios redactados por algunos de los primeros cristianos. Establecidos en Nazaret, sus padres, José y María, se encontraban accidentalmente en Belén para inscribirse en un censo de población cuando nació Jesús. El relato evangélico rodea el nacimiento de Jesús de una serie de prodigios que forman parte de la fe cristiana, como la genealogía que le hace descender del rey David, la virginidad de María, la anunciación del acontecimiento por un ángel y la adoración del recién nacido por los pastores y por unos astrónomos de Oriente.
Aunque la civilización cristiana fijó la cuenta de los años a partir del supuesto momento de su nacimiento (con el que daría comienzo el año primero de nuestra era), se sabe que en realidad nació un poco antes, pues fue en tiempos del rey Herodes, que murió en el año 4 a.C. Fueron precisamente las persecuciones de Herodes las que llevaron a la humilde familia, después de la circuncisión de Jesús, a refugiarse temporalmente en Egipto hasta que el fallecimiento del monarca les permitió regresar. Por lo demás, la infancia de Jesucristo transcurrió con normalidad en Nazaret, donde su padre trabajaba de carpintero.
Hacia los treinta años inició Jesucristo su breve actividad pública incorporándose a las predicaciones de su primo Juan el Bautista. Tras escuchar sus sermones, Jesús se hizo bautizar en el río Jordán, momento en que Juan lo señaló como encarnación del Mesías prometido por Dios a Abraham. Juan, que había censurado las escandalosas segundas nupcias de Herodías con Herodes Antipas, hijo y sucesor del rey Herodes, fue pronto detenido y luego decapitado a instigación de Herodías y de su hija Salomé.
Tras el bautismo y un retiro de cuarenta días en el desierto, Jesucristo comenzó su predicación. Se dirigió fundamentalmente a las masas populares, entre las cuales reclutó un grupo de fieles adeptos (los doce apóstoles), con los que recorrió Palestina. Predicaba una revisión de la religión judía basada en el amor al prójimo, el desprendimiento de los bienes materiales, el perdón y la esperanza de vida eterna; el llamado Sermón de la montaña, con sus admirables bienaventuranzas, es la mejor síntesis de su mensaje.

El Sermón de la montaña (1877), de Carl Bloch
Su enseñanza sencilla y poética, salpicada de parábolas y anunciando un futuro de salvación para los humildes, halló un cierto eco entre los pobres. Su popularidad se acrecentó cuando corrieron noticias sobre los milagros que le atribuían sus seguidores, considerados como prueba de los poderes sobrenaturales de Jesucristo. Esta popularidad, unida a sus acusaciones directas contra la hipocresía moral de los fariseos, acabaron por preocupar a los sacerdotes y autoridades judías.
Jesús fue denunciado ante el gobernador romano, Poncio Pilatos, por haberse proclamado públicamente Mesías y rey de los judíos; si lo primero era cierto, y reflejaba un conflicto de la nueva fe con las estructuras religiosas tradicionales del judaísmo, lo segundo ignoraba el hecho de que la proclamación de Jesús como rey era metafórica: aludía únicamente al «reino de Dios» y no ponía en cuestión los poderes políticos constituidos.
Consciente de que se acercaba su final, unos días antes de Pascua se dirigió a Jerusalén, donde a su entrada fue aclamado por la multitud, y expulsó a los mercaderes del Templo. Jesús celebró una última cena para despedirse de sus discípulos; luego fue apresado mientras rezaba en el Monte de los Olivos, al parecer debido a la traición de uno de ellos, llamado Judas, que indicó a los sacerdotes del Sanedrín el lugar idóneo para capturarle.
Comenzaba así la Pasión de Cristo, que le llevaría a la muerte tras sufrir múltiples penalidades; con ella daba a sus discípulos un ejemplo de sacrificio en defensa de su fe, que éstos asimilarían exponiéndose al martirio durante la época de persecuciones que siguió. Jesús fue torturado por Pilatos, quien, sin embargo, prefirió dejar la suerte del reo en manos de las autoridades religiosas locales; éstas decidieron condenarle a la muerte por crucifixión. La cruz, instrumento de suplicio usual en la época, se convirtió después en símbolo básico de la religión cristiana.

Detalle del Cristo crucificado (c. 1632) de Velázquez
Los Evangelios cuentan que Jesucristo resucitó a los tres días de su muerte y se apareció diversas veces a sus discípulos, encomendándoles la difusión de la fe; cuarenta días después, según los Hechos de los Apóstoles, ascendió a los cielos. Judas se suicidó, arrepentido de su traición, mientras los apóstoles restantes se esparcían por el mundo mediterráneo para predicar la nueva religión. Uno de ellos, Pedro, quedó al frente de la Iglesia o comunidad de los creyentes cristianos, por decisión del propio Jesucristo. Pronto se incorporarían a la predicación nuevos conversos, entre los que destacó Pablo de Tarso, que impulsó la difusión del cristianismo más allá de las fronteras del pueblo judío.
La obra de Pablo hizo que el cristianismo dejara de ser una secta judía cismática y se transformara en una religión universal, que se expandió hasta los confines del Imperio Romano hasta convertirse en el siglo IV en la confesión oficial por obra del emperador Constantino. A partir del siglo XV, con la era de los descubrimientos europeos, se difundió por el resto del mundo, siendo en nuestros días la religión más extendida de la humanidad, si bien se encuentra dividida en varias Iglesias, como la católica romana, la ortodoxa griega y las diversas protestantes.

Duque de Buckingham

Hoy en inglés hemos hablado sobre el Duque de Buckingham. Este artículo irá sobre él.

(George Villiers, primer duque de Buckingham; Brooksby, 1592 - Portsmouth, 1628) Político inglés. Apuesto y encantador, rápidamente se convirtió en el favorito del rey Jacobo I y del futuro Carlos I; su influencia en la corte se extendió desde 1616, durante el reinado de Jacobo I, hasta los primeros años del reinado de Carlos I. Fue nombrado lord gran almirante en 1619 y hecho duque en 1623, pero su arrogancia y abuso de poder lo hicieron muy impopular. Su errática política exterior provocó una serie de desastres, como las fracasadas expediciones militares contra España y Francia.

George Villiers, duque de Buckingham
George Villiers substituyó a Robert Carr como favorito real y acumuló títulos nobiliarios y cargos cortesanos. En 1623 viajó a Madrid acompañando al príncipe Carlos, futuro Carlos I de Inglaterra, para negociar una alianza con España por medio del compromiso matrimonial del heredero al trono inglés con María de Austria, hermana de Felipe IV, y para solicitar la ayuda de la monarquía española en su intento de recuperar el dominio sobre el Palatinado. Ambas negociaciones fracasaron por el enfrentamiento sostenido entre Buckingham y Olivares, y el príncipe inglés regresó junto con su favorito a Londres.
Tras la entronización de Carlos I de Inglaterra (1625), trató de concertar también sin éxito el matrimonio del rey inglés con una hermana de Luis XIII de Francia y organizó un fracasado ataque naval contra Cádiz. En 1626 el parlamento, que veía con malos ojos la ambición y el nepotismo de Buckingham y su acercamiento a los países católicos, responsabilizó al duque de la derrota y presentó un proyecto de acusación en su contra; Carlos I hubo de disolver el parlamento para evitar el juicio contra su favorito.
En 1627 sufrió otro revés al ser derrotado cuando trataba de liberar a los hugonotes franceses sitiados en el puerto de La Rochela. Buscó nuevamente la alianza con España para obtener apoyo militar, para lo que comisionó al pintor Rubens en una embajada enviada a Madrid. El apoyo no llegó a hacerse efectivo puesto que, en el transcurso de las negociaciones de Rubens en la Corte española, y mientras preparaba en Portsmouth una nueva expedición a La Rochela, Buckingham murió a manos de uno de sus tenientes, el puritano John Feldon. Su asesinato causó muestras de regocijo entre los londinenses.



Familia Bernoulli

Este artículo sobre matemáticas irá sobre la Familia Bernoulli.

Jakob Bernoulli (Basilea, Suiza, 1654 - id., 1705), Johann Bernoulli (Basilea, 1667 - id., 1748) y Daniel Bernoulli (Groninga, Holanda, 1700 - Basilea, 1782). Familia de científicos suizos. Jakob Bernoulli, el iniciador de la dilatada saga de los Bernoulli, nació en el seno de una familia de comerciantes procedentes de los Países Bajos. Tras licenciarse en teología y haber estudiado matemáticas y astronomía contra la voluntad familiar, entre 1677 y 1682 viajó a Francia (donde se familiarizó con el pensamiento de Descartes), los Países Bajos e Inglaterra.

Jakob y Johann Bernoulli
De regreso en Suiza, desde 1683 enseñó mecánica en Basilea y en secreto introdujo en el estudio de las matemáticas a su hermano Johann, a quien su padre había destinado a la medicina. En 1687 se hizo cargo de la cátedra de matemáticas en la Universidad de Basilea. Con su hermano, estudió las aportaciones de G. W. Leibniz al cálculo infinitesimal, el cual aplicó al estudio de la catenaria (la curva que forma una cadena suspendida por sus extremos), y en 1690 introdujo el término de integral en su sentido moderno.
Al año siguiente, Johann solucionó el problema de la catenaria, lo cual le valió situarse entre los matemáticos de primera línea de la época; de los dos hermanos, él fue el más intuitivo y el que con mayor soltura manejaba el formulismo matemático, mientras que Jakob era de inteligencia más lenta pero más penetrante. Ambos compartieron un exagerado afán por ver reconocidos sus méritos, e incluso mantuvieron frecuentes disputas de prioridad entre ellos y con otros autores. Johann inició en el cálculo infinitesimal creado por Leibniz al marqués de L'Hôpital, quien aprovechó las lecciones para publicar el primer libro de texto sobre el tema.
En 1695, Johann decidió aceptar el ofrecimiento de ocupar una cátedra de matemáticas en Groninga, perdidas las esperanzas de obtener plaza en Basilea en vida de su hermano Jakob, y resentido con él por la actitud condescendiente con que lo trataba. En 1697, Johann dio una brillante solución al problema de la braquistócrona, que él mismo había planteado el año anterior. Jakob analizó también la cuestión y aportó su propia solución, mucho menos elegante, pero que lo condujo a las puertas de una nueva disciplina, el cálculo de variaciones, en cuyo ámbito propuso a su vez el llamado problema isoperimétrico.
Johann subestimó la complejidad del tema, que resolvió de forma incompleta; las despiadadas críticas que por ello le dedicó su hermano supusieron el inicio del abierto enfrentamiento entre ambos. Johann regresó a Basilea como sucesor de Jakob a la muerte de éste, debido a la cual quedó incompleta e inédita su gran obra sobre el cálculo de probabilidades, el Ars conjectandi, publicada en 1713 por su sobrino Nikolaus, hijo de Johann y hermano mayor de Daniel Bernoulli.

Daniel Bernoulli
Daniel Bernoulli, que se doctoró en medicina en Basilea (1721) con una tesis sobre la respiración, fue nombrado en 1725 profesor de matemáticas en la Academia de San Petersburgo; se trasladó a Rusia en compañía de su hermano Nikolaus, quien falleció al año siguiente de su llegada; en San Petersburgo contó, desde 1727, con la colaboración de L. Euler, discípulo de su padre y de su tío Jakob, que sucedió a Daniel cuando, en 1732, éste regresó a Basilea como catedrático de anatomía y de botánica.
Autor de notables contribuciones a la teoría de las ecuaciones diferenciales, el tercer Bernoulli destacó sobre todo por su estudio de la mecánica de fluidos; su obra principal, Hydrodynamica, se publicó en 1738, aunque ya la había concluido en 1734. Contiene la idea de lo que más tarde se conoció como teorema de Bernoulli, así como los fundamentos de la moderna teoría cinética de los gases. Desde 1750 hasta 1776 ocupó la cátedra de física en Basilea; se distinguió por ilustrar sus clases con interesantísimos experimentos que le valieron grandes éxitos de audiencia.